lunes, 22 de febrero de 2010

Cantos náhuatl en el Museo de Arte de Orizaba




Cantos populares en náhuatl, de cuidadosa tradución y adaptación, fueron presentados en el MAEV

Por: Nati Rigonni

Orizaba, Ver. 22 de febrero. El pasado fin de semana, en el Museo de Arte del Estado de Veracruz, ubicado en esta ciudad, se llevó a cabo el programa Xochikuikal Tonantzin-Guadalupe (“Cantos a la Virgen de Guadalupe”), ofrecido por el grupo musical de la parroquia de Tehuipango.

A lo largo de aproximadamente dos horas, los músicos interpretaron cantos en náhuatl de tradición popular, entre otros: Yen María (“Oh, María”), Xi mo kochiltic (“Duerme y no llores”) y Xi mo talkawahtzino (“Adios Reina del cielo”).

Los jóvenes interpretes iniciaron su participación cantando en el atrio de la iglesia de la Concordia, edificio que en su portada muestra un relieve, en argamasa, de la Virgen, rodeado de una decoración de estilo churrigueresco.

Posteriormente iniciaron un singular recorrido guiando al público hacia las instalaciones del MAEV, cuyo edificio albergó antiguamente el Oratorio de San Felipe Neri. Los asistentes, gozosos, se dejaron conducir, subiendo y bajando escaleras, entrando detrás del grupo a las salas que albergan las dos exposiciones guadalupanas, que actualmente se muestran es este recinto.

El culto a la Virgen de Guadalupe tiene varios siglos de antigüedad. Si durante el XVIII lo más importante para su desarrollo fue la palabra (cada 12 de diciembre los sacerdotes de todo el país pronunciaban sermones que después se imprimían y circulaban profusamente) a partir del siglo XIX lo fue la imagen.

La música ha jugado un papel igualmente importante, pero menos ostentoso o tan familiar que no se le da la importancia que tiene. Durante la época colonial, la catedral de México tuvo a compositores novohispanos, españoles e italianos que crearon obras musicales cultas para rendir tributo a la Virgen, al mismo tiempo el pueblo, en las peregrinaciones y en las homilías, creó su propia música.

En la Región de las Altas Montañas de Veracruz, en la comunidad de Tehuipango, se ha mantenido la tradición de la misa católica dada en náhuatl, y con ella los cantos a la Virgen de Guadalupe.

Dado que el náhuatl es una lengua viva con interminables variantes, en medio del programa se comentó a los presentes, que las 15 piezas que conformaron el repertorio son cuidadosas traducciones y adaptaciones al náhuatl de la región de Tehuipango.

Algunas de las piezas interpretadas, como los villancicos, son muy antiguas y otras son composiciones recientes, tal es el caso de Mazewal tlakuikalztli y Mazewal Tonantzin, creadas por el presbítero Lidio Limón López y el joven Mario Calihua Panzo, respectivamente.

Debido al tiempo de recorrido entre el municipio de Tehuipango y la ciudad de Orizaba, los miembros del grupo musical tuvieron que trasladarse desde un día antes, para estar a tiempo y poder mostrar a los habitantes de esta región su propio acervo cultural, que causa tanto interés en otras partes del mundo, donde ha sido estudiado y valorado. Debo mencionar que se extrañó la presencia de Lidio Limón, quien por motivos de salud no pudo viajar acompañándo a estos jóvenes.

Al finalizar el evento, Alfonso Colorado, a nombre del MAEV, dio las gracias a quienes han hecho posible que esta magna exposición se esté llevando a cabo satisfactoriamente. Reiteró la invitación a participar en las actividades programadas para los siguientes días, dio lectura a la cartelera y recordó que la fecha de cierre de la exposición La imagen guadalupana en la historia patria es el próximo 28 de febrero.

A título personal, un sincero agradeciemiento a la fotógrafa Eunice Acaraz Díaz por su generosa disposición para compartir las imágenes captadas por su lente, mismas que ilustran esta nota.

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